Imaginaos un médico con una consulta de 30 pacientes. Él les pregunta qué les ocurre y cada uno de ellos le cuenta una dolencia diferente. Una vez oído a todos y cada uno de ellos, les dice: “Pues ahora todos vais a tomar 1 analgésico cada 8 horas…”.
Así nos sentimos algunos docentes. Continuamente tenemos la sensación de dar la misma medicina para todos.